Eva Orúe/CANOAEs normal -creo-, incluso está justificado, que el lector, en este caso la lectora, desconfíe de los textos que las editoriales imprimen en las fajas, solapas y contraportadas de los libros. Nunca se ha visto, faltaría más, que los responsables de esas ediciones tiren piedras contra su propio tejado, ...