Paraíso Travel, buen realismo sucio

Siglo XXI. España. Crítica literaria

Por Herme Cerezo

Y esa misma sensación, amarga y agradable, me provoca ‘ParaísoTravel’, la historia de dos sinpapeles que, procedentes de Colombia, seembarcan en la desagradable peripecia de llegar a Nueva York. Partiendo delfinal, como empiezan muchas obras maestras, Jorge Franco desmenuza el origen dela huida de Marlon y Reina, él loco por ella, ella loca por abandonar su patriaen busca de no sabe muy bien qué. En este sentido, Nueva York, a los ojos deReina se erige como Eldorado. A los ojos de Marlon, Nueva York tan sólo es unlugar donde vivir con su amada.

Pero nada más llegar a la ciudad neoyorkina, una equívocapersecución policial los separa y, desde ese instante, ‘Paraíso travel’ seconvierte en una búsqueda irrefrenable de Marlon para localizar a Reina. Comosi resultase sencillo encontrar una colombiana, que tiene un ojo más claro queel otro, en una ciudad de casi veinte millones de almas. Pero el amor es ciegoy eso lo comprobará Marlon después de muchas páginas.

Como ya dije hace unas líneas, la novela comienza hacia atrás ygracias a ello nos enteramos con detalle, detalle lastimoso sin duda, de cómoconsiguen convertirse dos colombianos de pleno derecho en dos sinpapeles, dosdesnudos sociales, inmersos en un mundo anónimo, que los atosiga, que lospersigue y que, a poco que se descuiden, los engullirá en sus entrañas. Resultaimpresionante ver hasta qué punto de degradación puede llegar un ser humanopara materializar su sueño, qué niveles de miseria puede soportar. El caso essobrevivir, lo demás importa poco. Y, a medida que pasa el tiempo, a medida queMarlon no encuentra a Reina, a medida que lo que esperaba se desmorona, laansiedad y la añoranza se adueñan del protagonista (ahora les llaman “prota”,acabaremos hablando como los monos por culpa de los teléfonos celulares, aquíllamados móviles), que termina deslegitimando a sus sueños y sucumbiendo a lamaldición del emigrante: “uno no se quiere quedar pero tampoco quiere volver.”
Aunque ‘Paraíso travel’ empiece hacia atrás, retrocede, tambiéncamina hacia delante, y avanza. Como mandan los cánones. Pobre novela la que nolo haga, la que no incite al lector a continuar en su lectura. Jorge FrancoRamos lo sabe y dosifica perfectamente el tiempo narrativo para traernos elpasado y el presente en cada capitulo. Los juegos de voces, los intercambios depersonajes y los diálogos entremezclados con la narración se convierten en susmejores aliados para consumar su misión. Creo que estamos ante un novelista deprimerísimo nivel, un escritor que está llamado a alcanzar altas cotas con sumodelo narrativo.

Aunque ‘Paraíso Travel’ se editó en el 2002 en España, misintentos por conseguir la novela no han sido fáciles. Todo lo contrario. Me hacostado lo mío conseguirla. Y el día que la encontré en la leja de unamegalibrería, la cogí con fuerza y me fui directo a la caja para pagarla, nofuera que otro se me adelantase en este menester. Por ese trabajo y por elinterés que me ha suscitado su lectura, les hago esta reseña, sin que meimporte que no sea una obra de última hora. Como decía el crítico peruanoVíctor Coral en la encuesta que publiqué el pasado 21 de marzo, debería existiruna crítica “que se tome su tiempo, que no responda instantáneamente a lasexigencias de los lanzamientos editoriales”, una crítica “inactual”, enresumen. Y a eso me aplico yo en estas líneas.
Ojalá los editores españoles se atrevan a publicar el resto de lasobras de Jorge Franco Ramos y podamos disfrutar del panorama literario completode este escritor colombiano que, en su país ya fue Premio Nacional de NarrativaPedro Valderrama (1996) con su libro de relatos ‘Maldito amor’ y que tambiénganó el Concurso Nacional Ciudad Pereira (1997) por su novela ‘Mala noche’. Con‘Rosario Tijeras’, el libro que al principio les comenté, obtuvo el PremioDashiell Hammet de la Semana Negra de Gijón en el año 2000. Casi nada, treslibros, tres premios. Casi nada.